De pronto pensé en compartir esos momentos especiales, esos segundos en medio de tantas horas que te hacen sentir completamente feliz. Instantes en que sientes que todo tu esfuerzo vale la pena, que todas tus preocupaciones no tienen fundamento, momentos en que ves con una claridad total el sentido de tu misión en esta vida. Les llamaré a esos momentos gotitas de miel. Dulces, tan dulces que merecen ser saboreados despacito, recordados y compartidos.
Aquí les va mi gotita de miel de esta noche:
Nunca imaginé tal cosa posible. ¿Habrán escuchado alguna vez el sonido de la voz de un bebito cantando, dulcemente, muy quedito, mientras se esta quedando dormido... y al mismo tiempo esta tomando lechita del pecho? Es mi primera vez, y es el sonido mas dulce que haya oído.