Después de varias semanas de trabajo en sus días libres, Arnoldo acabo con los niños el go-cart de madera. Parecía que había quedado listo desde el primer día de trabajo pero siguieron surgiendo nuevas ideas y modificaciones del diseño original. Le agregaron lados y respaldo, fueron a comprar pintura acorde al nombre que Tete le inventó (American racer) y acabó hasta con asiento acolchonado. Un gran proyecto de papá e hijos. Les diré que está super cómodo, papi me dió una empujada a toda velocidad (a petición mía) y casi me estrello, pero como me divertí!
Así se veía al final del primer día
Después siguieron muchas capas de pintura
¡Empújale duro papi!
¡Muy orgullosos de su American racer!