Para un hombre al que admiro muchísimo y quiero con todo mi corazón. Hoy, el día en que recibe su primer ministerio de diaconado permanente, después de años de esfuerzo, dedicación y entrega que comenzaron mucho antes de que yo naciera.
Nuestro Señor te ha elegido para desempeñar diferentes vocaciones de entrega completa y hoy te acerca aún mas a El.
¡Muchas felicidades mi papito!
ORACIÓN DEL DIÁCONO PERMANENTE
Dios y Padre Nuestro,
Fortalece con la gracia del Espíritu Santo
A todos los Diáconos de tu Iglesia,
para que desempeñen con alegría,
fidelidad y en espíritu de comunión eclesial
su ministerio pastoral,
siguiendo los pasos de tu Hijo Jesucristo,
"que no vino a ser servido, sino a servir y
dar su vida en redención de la humanidad" (Mc. 10, 45).
Te pedimos por las familias de los diáconos casados,
para que sean auténticas "Iglesias domésticas",
según el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret,
y de ella surjan vocaciones sacerdotales y religiosas.
¡Virgen María, Madre de la Iglesia
y Reina de los Apóstoles,
ruega por los ministros del Señor!
¡San Lorenzo, diácono y mártir,
ruega por los diáconos servidores del pueblo de Dios!
Amén
Nuestro Señor te ha elegido para desempeñar diferentes vocaciones de entrega completa y hoy te acerca aún mas a El.
¡Muchas felicidades mi papito!
ORACIÓN DEL DIÁCONO PERMANENTE
Dios y Padre Nuestro,
Fortalece con la gracia del Espíritu Santo
A todos los Diáconos de tu Iglesia,
para que desempeñen con alegría,
fidelidad y en espíritu de comunión eclesial
su ministerio pastoral,
siguiendo los pasos de tu Hijo Jesucristo,
"que no vino a ser servido, sino a servir y
dar su vida en redención de la humanidad" (Mc. 10, 45).
Te pedimos por las familias de los diáconos casados,
para que sean auténticas "Iglesias domésticas",
según el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret,
y de ella surjan vocaciones sacerdotales y religiosas.
¡Virgen María, Madre de la Iglesia
y Reina de los Apóstoles,
ruega por los ministros del Señor!
¡San Lorenzo, diácono y mártir,
ruega por los diáconos servidores del pueblo de Dios!
Amén